martes, 15 de enero de 2013

Conformado de Roscas

En esta práctica vamos a plasmar el trabajo realizado en el taller durante una practica de conformado de roscas. El resultado final han de ser dos varillas roscadas en una base cuadrada de dimensiones exactas y perfectamente escuadrada.

En primer lugar buscamos en el taller la varilla correspondiente para serrar nuestros 2 pedazos correspondientes al igual que la base y una vez encontrados y serrados , los 'arreglamos' mediante el uso de la lima con la cual limaremos las puntas de las varillas para evitar la presencia de aristas , y en el caso de la base desbastaremos lo necesario para conseguir dejarla a escuadra por completo utilizando una escuadra metálica además de las herramientas ya mencionadas:








Previo a la utilización de estas herramientas y como es costumbre en nuestras prácticas , nos equiparemos con los elementos de seguridad correspondientes para este tipo de trabajo.

Una vez tenemos la base y las varillas preparadas , en primer lugar nos disponemos con la ayuda de una lima a realizar un 'cuadradillo' en un extremo de las dos varillas que nos facilite el roscado una vez tengamos la pieza finalizada :



Una vez realizado este sencillo paso , nos disponemos a comenzar con la fabricación de las roscas propiamente dichas. Para ello necesitaremos utilizar terrajas y machos de roscar y una aceitera con aceite para lubricas la varilla y el agujero de la base y así facilitar el trabajo tanto de los machos como de las terrajas :



Para ello necesitamos buscar concretamente las que se correspondan con el diámetro de nuestras varillas que este caso será de 8 mm. En nuestro caso comenzamos por el uso de la terraja , la cual nos va a servir para crear la rosca en el extremo de la varilla en el cual no habíamos realizado el cuadradillo anteriormente mencionado. Para realizar este proceso amordazamos la varilla en un tornillo , colocamos la terraja correspondiente en el elemento que nos permite girarla posteriormente para realizar el corte en la varilla , echamos aceite generosamente en la punta de la varilla y comenzamos en el proceso. Siempre trataremos de , aproximadamente , por cada media vuelta que demos avanzando en el corte con la terraja , retrocedes un cuarto de vuelta con el fin de ir cortando las virutas que van apareciendo y conseguir así un mejor trabajo.
El resultado final es este :




Repetimos el proceso en la otra varilla y una vez terminado , ya tendremos las dos varillas finalizadas :



Una vez finalizado el trabajo con las varillas , comenzaremos a preparar las roscas correspondientes en la base.Para ello , el primer paso que vamos a realizar es el de realizar dos pequeños agujeros con una broca mas o menos fina que nos sirvan como guía posterior.
Una vez realizados los agujeros , recurrimos a una tabla para saber el diámetro concreto de agujero con el que tendremos que comenzar a usar los machos de roscar. En este caso , en función del material que tenemos nosotros y el diámetro de las varillas (8 mm) sabemos que la broca que debemos utilizar es de un diámetro de 6.8 mm. Como en nuestro caso no disponemos de dicha broca , utilizamos una de 7 mm .

Una vez realizados ambos agujeros nos disponemos a realizar la rosca interior. Para ello utilizamos los machos de roscar , que son 3 diferentes del mismo diámetro , a razón de que cada uno realiza un corte un poco mayor que el anterior por lo que empezamos por el que menos dibujo tiene y acabamos con el de mayor calado , siendo necesario el uso de los 3 en su correcto orden. Al igual que ocurría en el uso de las terrajas , echamos aceite y por cada media vuelta retrocedemos un cuarto con el fin de cortar las virutas que se van generando.
Una vez realizado el proceso , el resultado sería algo así :




Una vez finalizado este proceso , solo nos queda comprobar que las varillas rosquen correctamente en la base y observar el resultado final :




Conclusión personal :
Esta práctica me ha resultado quizá la mas llamativa de todas las que he realizado hasta el día de hoy ya que jamás hubiese imaginado que existiese la posibilidad de crear roscas en un proceso tan 'relativamente sencillo'. Al igual que con muchas otras prácticas requiere de paciencia ya que el uso de terrajas y machos de roscar conlleva un tiempo para evitar que las roscas nos salgan torcidas y una vez terminadas no rosquen como deberían.


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